"¿Por Qué Mi Perro Se Come Las Cacas?"

Es una pregunta que se plantea una y otra vez en las consultas veterinarias, a los educadores caninos y etólogos.
El término clínico para esta conducta es "coprofagia" y se le define como la ingestión por parte de nuestro perro de sus propias heces o de las de otro animal. A pesar de lo desagradable que resulta para los propietarios, es un acto muy típico en los cánidos. Aquí voy a explicaros las principales causas por las que un perro muestra esta conducta tan desagradable.

Posibles Causas de la Coprofagia:

1. Por imitación de la madre o del dueño, puesto que las perras limpian el cubil donde se encuentra la camada para mantenerla limpia. Se comenta que es un instinto que aún conservan para eliminar el olor de sus crías a fin de que ningún depredador pueda localizar y matarlas.
¿Qué papel juega el dueño en ésto? El perro observa atentamente las acciones de éste desde que llega a casa, y al ver que recogemos las heces que va dejando el cachorro aprende a hacer lo mismo.

2. Por castigos excesivos y no comprensibles para el perro: una forma de castigo aún muy extendida entre muchos propietarios, consiste en regañar al cachorro cuando hace sus necesidades en un lugar inapropiado restregándole el hocico en ellas. Este método contribuye a que el perro decida limpiar por su cuenta lo manchado.

Además de descartar radicalmente este sistema, debemos de tener muy en cuenta que NUNCA podemos regañar al perro si no le pillamos "in fraganti", pues es incapaz de relacionar el castigo con el acto. La forma de reprenderle tampoco debe ir Nunca más allá de cortar el acto cogiéndole por ejemplo brevemente por el pellejo con un simultáneo y seco "No" (se trata de cortar el acto; asustar o meter miedo al perro es contraproducente en todos los casos!). A continuación le llevaríamos a un lugar donde le esté permitido aliviarse, para que con el tiempo termine comprendiendo cuál es el lugar correcto para hacerlo.

3. Por un problema conductual: perros aburridos, con pocos estímulos en su entorno, perros con problemas de ansiedad por separación, estrés, incluso aparece como conducta para reclamar la atención del dueño.

4. Por falta de nutrientes: cuando el pienso que el perro come no es digerido en condiciones, el olor se parece tanto a la comida inicial que incita a la coprofagia. En este caso sería bueno dar un pienso de mejor calidad, para que el animal aproveche todos sus nutrientes sin recurrir a esta acción tan desagradable.

5. Por un problema médico: aparte de la mala absorción de nutrientes descrita anteriormente hay otros problemas que deberán ser tratados por un veterinario como las deficiencias enzimáticas, carencias vitamínicas, deficiencias pancreáticas, las enfermedades parasitarias u otros problemas del aparato digestivo.

6. En el caso de las hembras preñadas: aunque está explicado en el primer punto, es importante ponerlo aparte ya que en este caso es algo natural y parte de un comportamiento de una buena madre. Cuando los cachorros aún no saben hacer sus necesidades solos, éstos son ayudados por la estimulación de la mamá que les mantiene limpios hasta que crecen y aprenden a hacer sus cosas por sí mismos.

7. Heces de otros animales: puede deberse a un problema conductual, así como a un problema médico: el perro come las heces del otro animal para aprovechar nutrientes que éste no ha digerido.

Pautas a seguir:

• Llevarle al veterinario para que le realice un chequeo completo
• Una vez el veterinario haya descartado posibles causas fisiológicas, se debe acudir a un profesional en comportamiento canino, para que os ayude a solucionar el problema y evitar que vaya a más.

Lo que puedes ir haciendo tú:

• Evitar que el perro tenga materia fecal a su alcance: si el animal tiene costumbre de hacer sus necesidades en el jardín, retira rutinariamente los excrementos. Vigila el acceso al jardín para valorar los progresos del método.
En caso de tener gato, evita que tenga acceso a su caja higiénica.
Durante los paseos, lleva al perro atado con correa, alejándole de forma rápida y enérgica en cuanto encuentre algún excremento.

• Prémiale con una sabrosa golosina en caso de buen comportamiento, es decir, cuando ignore un excremento al pasar junto a él.

• Ofrece al perro una amplia variedad de juguetes, adecuados para que los pueda morder, y aumenta el tiempo que pasas jugando y haciendo ejercicio con él.

Fuente: danko.es

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